Cómo montar un estudio de grabación en casa

La tecnología para grabar el sonido existe desde hace apenas cien años, pero desde entonces ha recorrido un largo camino. En este artículo trataremos brevemente su historia, y las pautas básicas a la hora de montar un estudio de grabación doméstico o semiprofesional.

¿CÓMO EMPEZÓ TODO?

La información ha sido escrita y preservada por la humanidad desde hace siglos, pero la información sonora tan solo se ha registrado desde finales del siglo XIX. Lamentablemente, la “historia sonora” anterior se ha perdido porque ocurrió antes de que fuera posible grabarla. Imaginaos cómo sería poder escuchar ahora a Mozart tocando sus propias piezas, o escuchar hablar a Napoleón. Estos hechos tan solo han sobrevivido a través de la palabra, ya sea escrita o hablada, pero actualmente podemos capturar y preservar los momentos tal y cómo son, por lo que las futuras generaciones podrán escuchar Entre dos aguas tocada directamente por Paco de Lucía en su guitarra sin necesidad de que nadie les explique cómo era, o sin tener que limitarse a escucharla tocada por otra persona. Estos “recuerdos sonoros” nos servirán como una importante herramienta histórica y como una forma feraz de preservar, almacenar y disfrutar de la música.

Pero, ¿en qué consiste exactamente una grabación?

Una grabación es la transmisión de las ondas sonoras (en nuestro caso de música) hasta un dispositivo capaz de conservarla. Varios componentes son necesarios para poder llevar a cabo este proceso. Primero se necesita una fuente de sonido, que puede provenir de un instrumento acústico o electrónico, y de un dispositivo donde almacenarlo. Para los instrumentos acústicos, se necesitará un micrófono (para convertir la información acústica en señales eléctricas) pero los instrumentos electrónicos interactuarán directamente con la grabadora sin necesidad de micrófono (aunque también es posible utilizar un amplificador para más tarde grabar el sonido de forma convencional).

Una vez generado y capturado el sonido, se necesitará un lugar donde almacenarlo. Hoy en día, el sonido se almacena de dos manera: como una señal analógica o como una representación digital de una señal analógica. Los medios analógicos almacenan las ondas tal y como son, como las olas del mar, mediante una carga eléctrica continua, mientras que los medios digitales convierten las señales analógicas en una representación numérica de las ondas, utilizando un código binario que posteriormente se almacenará en diferentes formatos: wav, mp3… y en diferentes dispositivos: discos duros, pen drives, cds…

LOS ELEMENTOS BÁSICOS PARA UNA GRABACIÓN PROFESIONAL

Cuando escuchas una grabación profesional estás escuchando meses de trabajo: grabando, mezclando y remezclando. Los grandes estudios tienen acceso a un equipo profesional, a micrófonos de alta calidad, salas acústicas perfectas e ingenieros altamente experimentados pero, ¿eso significa que si grabas en un estudio casero sonará mal? ¡No, para nada! Con algo de equipo básico y con un poco de conocimiento puedes llegar a hacer grabaciones muy profesionales.

Principalmente, las sesiones de grabación se dividen en tres fases: preproducción, producción y postproducción. Cada una con un papel muy importante.

– La preproducción

La preproducción incluye todo lo anterior a la sesión “real” de grabación. Esto puede incluir ensayos, preparación de las sesiones, selección del material o la compra del equipo necesario: cascos, un segundo micrófono… Básicamente, la preproducción es todo lo que se puede hacer antes para que tus sesiones de grabación sean más eficaces y fluidas.

– La producción

La producción es la grabación en sí. Durante las sesiones, el productor, que es el eslabón más importante de la cadena (después de los músicos) ejecutará el programa de grabación y tratará de conseguir el mejor sonido posible. Lo normal en un estudio de grabación casero es grabar el sonido en una computadora, ya sea a través de micrófonos o directamente conectando un teclado o una guitarra a través de una interface de audio.

La producción, como cualquier otra habilidad, requiere de un cierto nivel de conocimiento, arte y práctica, con tal de poder ser capaz de configurar correctamente el equipo y los micrófonos, y de ejecutar y diseñar la grabación.

– La postproducción

La postproducción incluye todo lo que se hace después de las sesiones de grabación. A menudo, la postproducción implica mezclar las pistas para obtener un sonido más profesional y pulido. La mezcla puede incluir modificar diferentes aspectos, como los niveles de cada pista, los efectos, el panorama, la ecualización…

La ecualización es el proceso de aumentar o disminuir ciertas frecuencias.

La mezcla es el arte de saber establecer el volumen, el “color” de cada instrumento grabado.

Y ahora, ¿cómo llevo todo esto a mi casa?

Si ya estás listo para dar el salto y convertirte en el propietario de tu propio estudio de grabación, la pregunta ahora es: ¿por dónde empiezo? Pues por comprar todo lo necesario.

¿Qué comprar?

Ya has aprendido los elementos básicos de una grabación: un sonido, un dispositivo capaz de capturar el sonido y un lugar donde almacenarlo y reproducirlo. Pues veamos qué hay que comprar.

– Para capturar el sonido

Principalmente se usarán micrófonos. Los precios de los micrófonos pueden variar considerablemente, desde los 30 euros hasta los 200 o 500 en los modelos de primera gama. Calcula cuántos necesitas. Probablemente necesitarás uno por cada guitarra “acústica” que necesites que grabar, a menos que las grabes de una en una, con lo que podrás salir adelante con solo uno. Puedes ahorrarte dinero haciéndolo de este modo y comprar así un micrófono de mayor calidad. El resto de guitarras, las eléctricas o acústicas amplificables, se conectan directamente a través de una interfaz de audio, o a través del amplificador, pues muchos cuentan con salidas directas y no necesitarás un micrófono en frente; tan solo un cable. Los cables, gracias a Dios, son baratos.

La interface de audio puede variar también mucho en cuanto a su precio, dependiendo de cuántas de entradas que tenga, o de si acepta audio, MIDI o ambos. Su precio oscila entre los 100 euros y los 1000.

Por último, necesitarás un programa para grabar el audio en tu computadora y para editarlo. Hay programas gratuitos, como GarageBand, y otros más profesionales y costosos: como Logic Pro o Pro Tools, que pueden llegar a rebasar los 1000 euros.

– Para reproducir el sonido

Para reproducir el sonido, la mayoría de los estudios domésticos comienzan con un par de auriculares decentes. El precio de unos buenos auriculares puede variar de los 30 a los 200 euros, aunque si lo prefieres puedes elegir un buen altavoz profesional, llamado monitor, que puede costar entre 100 y 800 euros. Algunos monitores son autoamplificados y no necesitan amplificadores adicionales, pero otros necesitarán un amplificador, lo que también costará dinero.

¿Dónde comprar?

Dependiendo de dónde vivas, es posible que tengas acceso a tiendas de música con una gran variedad de equipos. La mejor opción es siempre ir a comprar en una tienda física y preguntar e informarse allí. Hay un montón de buenas razones para comprar en una tienda. Para empezar, podrá ver, escuchar e incluso usar algunos de los equipos que te interesan, lo que resulta bastante interesante antes de gastar tu dinero. También podrás obtener consejo del vendedor para saber lo que más te conviene.

Pero no todo el mundo tiene acceso a una tienda cercana y de confianza, y a veces la única opción es comprar a través internet. Si compras en la web y no te gusta lo que has comprado, devolver el equipo puede resultar un verdadero engorro. Pero no todo son desventajas, pues reducir el gasto de los intermediarios a menudo acarrea grandes ofertas. Si comparas precios puedes llegar a encontrar auténticas gangas, pero tal y como recomendamos en nuestro artículo sobre cómo y dónde comprar una guitarra recuerda que siempre es preferible dirigirse a tiendas especializadas como Thomann o Reverb, en lugar de acudir a portales generalistas como Amazon o AliExpress.