En 1962, John Lennon y George Harrison encargaron un par de guitarras Gibson J-160E en una tienda de Liverpool por 161 libras. Era el año en que Ringo se unió a los Beatles y un año antes del lanzamiento de Please Please Me por lo que esa guitarra fue usada para componer y grabar los primeros éxitos de la banda, She Loves You, I Want To Hold Your Hand, All My Loving…
John Lennon estuvo de gira con esa guitarra durante los principios de la banda, en los inicios de su ascenso a lo mas alto de las listas y al estrellado internacional. Pero en diciembre de 1963 la Gibson J-160E de Lennon desapareció.
En 1969, John McCaw, un guitarrista de San Diego, California, compró una guitarra acústica Gibson J-160E de segunda mano a su amigo de la infancia, Tommy Pressley, que a su vez, la había comprado 2 años antes en una tienda de música de San Diego por 175 dólares. McCaw tuvo la guitarra en su casa, usándola para tocar básicamente bluegrass durante muchos años de su vida.
Como todos sabemos, John Lennon murió asesinado, pero 45 años después de que robaran su guitarra, un afiliado de la NBC en San Diego vio la guitarra de McCaw y una foto de una guitarra de George Harrison, otra Gibson J-160E que parecía idéntica a la McCaw. Después de ver la proximidad de los números de serie, hacer averiguaciones e indagar, la guitarra de McCaw fue autentificada como la guitarra robada a John Lennon en 1969, la guitarra fue identificada y se expuso temporalmente en el Grammy Museum, donde se exhibió como muchas otras obras de arte robadas.
Finalmente, la guitarra fue subastada en Noviembre de 2015 en Julien’s Auctions, y se vendió a un comprador anónimo por 2,41 millones de dólares y se convirtió en la segunda guitarra más cara de la historia detrás de la Stratocaster firmada por Bryan Adams, Keith Richards, Paul McCartney, Jimmy Page, Brian May, Eric Clapton y Mick Jagger, que anteriormente se había subastado con fines benéficos por 2,7 millones de dólares.