La guitarra eléctrica, al igual que la tradicional, es un instrumento musical de cuerda pulsada, su historia inicial podemos consultarla en la entrada de historia de la guitarra y en este enlace la historia de la guitarra eléctrica.
La construcción y elaboración de los elementos de la guitarra eléctrica se pueden consultar en el apartado luthería, pero a continuación nombraremos básicamente las partes de la guitarra eléctrica y su funcionamiento básico.
Como dijimos en la entrada de historia de la guitarra, en la guitarra tradicional el sonido es amplificado por una caja de resonancia. Pero en la guitarra eléctrica, en cambio, el sonido es amplificado por una o más pastillas electromagnéticas que convierten las vibraciones de las cuerdas en señales eléctricas. Como también vimos (en apartado de amplificación) esta señal debe pasar a un amplificador para poder transformar la señal eléctrica en sonido audible, a través del altavoz. Por este motivo, la guitarra eléctrica necesita siempre conectarse a un amplificador o a una mesa de mezclas para poder ser audible.
Fundamentalmente hay tres tipos de guitarras eléctricas: las de cuerpo sólido, las de cuerpo semisólido y las de cuerpo hueco.
De estos tres tipos las primeras en implementarse fueron las guitarras de cuerpo hueco, ya que provenían de las guitarras con caja de resonancia que incorporaban micrófonos para su amplificación.
La guitarra eléctrica necesita siempre conectarse a un amplificador o a una mesa de mezclas para poder ser audible.
Este tipo de guitarras compaginan el timbre de las guitarras de caja de resonancia con el sonido de sus pastillas electromagnéticas. Estas guitarras llevan tapa de guitarra acústica (pero mucho más reforzada que en estas) e insertan un bloque de madera en el interior de la tapa para que no vibre tanto ya que las pastillas están insertadas en la tapa y en caso de vibrar simultáneamente, producirían acoples o efectos de Feedback. Estas guitarras también son características por sus oberturas de la tapa en forma de «f» o integrales, como los violines.
Las guitarras de cuerpo sólido, como su nombre indica, carecen de caja de resonancia, de forma que su cuerpo es un trozo de madera en el que se insertan las pastillas electromagnéticas y el resto de cableado.
Normalmente estas guitarras consisten en un mástil encolado o atornillado a un trozo de madera que puede ser de una pieza maciza, de dos, tres o incluso más. Lo usual es que las guitarras de cuerpo sólido sean de más de una pieza ya que en su interior albergan los circuitos de las pastillas, potenciómetros para el volumen y conmutadores para alternar entre las diferentes pastillas que pueda llevar la guitarra. Estos circuitos pueden llegar a ser bastante complejos y pueden llegar a incluir preamplificadores o ecualizadores alimentados por pilas o baterías.
El tipo de pastillas y sus mecanismos se pueden consultar en la entrada de Amplificación.
El último tipo de guitarras eléctricas son las denominadas guitarras de cuerpo semisólido, este tipo de guitarras se situaría entre los otros dos tipos, sería un híbrido entre las guitarras de caja hueca y las sólidas. Estas guitarras son guitarras de cuerpo hueco pero más estrechas que las denominadas huecas y al igual que en las de cuerpo hueco, el mástil se prolonga durante la caja para darle resistencia y poder insertar las pastillas.
El cuerpo de la guitarra eléctrica normalmente es de madera, como en las tradicionales, pero no es extraño encontrar guitarras eléctricas de materiales sintéticos, fibras, etc..
Los elementos de una guitarra eléctrica son bastante parecidos a los elementos de una guitarra tradicional, pero con peculiaridades. En el puente de las guitarras clásicas, este es el encargado de transmitir las vibraciones a la caja de resonancia para ser amplificadas, pero en la guitarra eléctrica, en cambio, esta amplificación se hace mediante las pastillas, así que la función del puente en la guitarra eléctrica es básicamente delimitar la longitud de la cuerda (mediante la cejuela del puente y la cejuela de la cabeza) así como establecer la altura de las cuerdas en relación al cuerpo.
Algunos puentes incluyen piezos eléctricos para captar la vibración de las cuerdas y amplificar las cuerdas manteniendo su timbre acústico (el funcionamiento del piezoeléctrico se puede consultar en el enlace Amplificación). También podemos encontrar puentes no fijos, con palancas de trémolo para desplazar el puente y así alterar la entonación y el sonido de las notas mientras estas suenan.
El cuerpo de la guitarra eléctrica normalmente es de madera, como en las tradicionales, pero no es extraño encontrar guitarras eléctricas de materiales sintéticos, fibras, etc..
El mástil de la guitarra eléctrica puede estar hecho de una o varias piezas de madera pero, al igual que el cuerpo de la guitarra eléctrica, también se pueden encontrar mástiles de otros materiales sintéticos. Lo que principalmente distingue al mástil de la guitarra eléctrica del mástil para guitarra clásica es que en su interior contiene una barra de acero llamada alma. La función del alma es contrarrestar la tensión de las cuerdas sobre el mástil, mantener su rectitud y evitar cambios en la distancia de las cuerdas a los trastes. En la guitarra clásica esta barra no suele encontrarse ya que la tensión ejercida por cuerdas de nylon o carbono es inferior a la producida por cuerdas de acero. El alma suele disponer de una entrada en un extremo, mediante la cual podremos tensar o destensar el alma variando así la inclinación del mástil.
La pala es la prolongación del mástil y tiene como única misión albergar las clavijas de afinación, de hecho podemos encontrar en el mercado guitarras eléctricas sin pala. Aunque esta si tiene relativa importancia a la hora de ayudarnos a identificar la marca y el modelo de cada guitarra en cuestión.
La función principal de las clavijas es tensar o destensar las cuerdas. Recordemos que las notas que producen las cuerdas dependen de: el grosor de cada cuerda, la longitud de la misma (que se va alterando a medida que pulsamos en un traste o en otro) y de la tensión que tenga la cuerda.
Lo que principalmente distingue al mástil de la guitarra eléctrica del mástil para guitarra clásica es que en su interior contiene una barra de acero llamada alma.
El mástil de la guitarra eléctrica suele ir atornillado al cuerpo de la misma o bien integrado o encolado, como en las guitarras tradicionales. En la parte superior del mástil se encuentra el diapasón, sobre el que se encuentran los trastes. Al pulsar las cuerdas sobre cada traste esta se acorta y produce una nota u otra, en función del traste en que pisemos.
Los diapasones de las guitarras eléctricas suelen ser más estrechos que los diapasones de guitarra clásica, y es mas común que tengan curvatura. En las guitarras clásicas cada luthier establece la anchura del diapasón para sus guitarras, en las guitarras eléctricas, en cambio, podemos encontrar medidas más preestablecidas.
En cuanto a la curvatura del diapasón, es decir, lo plano que es el diapasón, este se mide en pulgadas, 16″, 14″ 10″, a menor pulgada más curvatura, aunque también podemos encontrar diapasones con radio compuesto, es decir que varían el radio a media que se avanza en el diapasón.
La pala de la guitarra eléctrica tiene relativa importancia a la hora de ayudarnos a identificar la marca y el modelo de cada guitarra en cuestión.
Las cuerdas también son un elemento imprescindible en cualquier tipo de guitarra ya que es su vibración lo que origina el sonido. En la guitarra eléctrica se emplean cuerdas de níquel o de acero ya que el bronce y el nylon, no induce al campo magnético de las pastillas.
Por último y para acabar sobre la guitarra eléctrica, hablaremos de un pequeño objeto determinante en el tono de nuestra guitarra y que desempeña un papel no menos importante: las púas.
Curiosamente, la púa es un elemento muy barato y normalmente se presta más atención a las maderas o las pastillas. Hay púas de multitud de tipos de plásticos y de multitud de grosores. El grosor es un aspecto importante en una púa ya que influye en el tono que sacaremos a nuestro instrumento. Las púas delgadas son usadas para ritmos y producen tonos más finos, mientras que las púas gruesas, en cambio, son usada para solos melódicos, más de solista, y producen tonos más «cálidos».
